domingo, 28 de noviembre de 2010

VI. Aporte al desarrollo empresarial y económico.

Desde la década de los 90 Colombia se ha caracterizado por la impronta del proceso de internacionalización de la economía, obligando a las empresas a enfrentarse a nuevas realidades que conllevan mayores conocimientos técnicos. La productividad y competitividad empresarial obliga a una mayor cualificación de los trabajadores en los distintos procesos y niveles de la organización, así como al trabajo conjunto y articulado entre el sector productivo y la academia (Chaves, 2010).
Las instituciones educativas son concientes de la obligación que tienen de acercar la distancia que las une con el mercado laboral, comprender sus necesidades, diseñar los servicios educativos que luego les permitan entregarle egresados preparados que se integren exitosamente a la estructura empresarial y como resultado indirecto, los servicios y productos competirán con éxito en los mercados internacionales (Reyes, 2007).
El sector productivo, la academia y el Estado al parecer han llegado al consenso de estructurar la oferta de ETDH en términos de respuesta pertinente a la diversidad y mutabilidad de las demandas de cualificación; si antes se requería la transmisión de determinados conocimientos teóricos y técnicos, así como ciertas habilidades manuales para que los individuos se incorporaran a un empleo que los estaba esperando, ahora es preciso entregar toda una gama de competencias que anteriormente no eran suficientemente enfatizadas: iniciativa, creatividad, innovación, capacidad de emprendimiento, pautas de relacionamiento, de proyección y de trabajo colaborativo, entre otras. Y estas competencias deberán ir acompañadas por las propias del oficio y las que les permita autogestionar sus propios procesos de desarrollo laboral: idiomas, informática, razonamiento lógico, capacidad de análisis e interpretación de códigos diversos, etc.

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