martes, 23 de noviembre de 2010

IV. La finalidad educativa de la ETDH.

En el caso de la educación para el trabajo y el desarrollo humano la finalidad de la educación se enmarca en la definición dada por el Estado en la Ley General de Educación: “La educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes” (Congreso de la República de Colombia, 1994), y se orienta hacia la formación para el trabajo que todo ciudadano debe tener para vincularse al sector productivo, como trabajador dependiente o independiente, aportar al desarrollo económico y social del país y mejorar sus condiciones de vida.
El Ministerio de Educación Nacional [MEN]1, ente orientador y veedor de la calidad educativa, delegó en las Secretarías de Educación2 la inspección, vigilancia, control y evaluación de la calidad en la prestación de los servicios educativos de las instituciones de educación para el trabajo y el desarrollo humano [ETDH]. Aunque en su aplicación práctica los entes reguladores de la ETDH esperan que los diseños curriculares y los perfiles de los egresados de los programas ofertados instrumentalicen la finalidad de la educación, la institución educativa debe poner todo su empeño por no olvidar que “el fin último de la educación tiene que ver con la persona humana en su progreso social y su vida personal, no en su relación con el ambiente social... no consiste en adaptar al ciudadano potencial a las condiciones e interacciones de la vida social, sino, primero, en hacer un hombre y, en virtud de este mismo acto, preparar al ciudadano” (Maritain, 2008, p.33 y 34).
Altarejos Masota y Naval Durán (2000) hacen referencia a un paradigma educativo de nuestro tiempo que consiste en enseñarle al educando aquello que más le sirva para afrontar la vida, tanto en su participación en la cultura, como en la relación social y, por supuesto, en la futura inserción laboral, como quiera que lo enseñado va a constituir el saber del educando, y ésta va a ser su mayor y mejor posesión vital.
Este argumento es válido y práctico, no obstante, se ha convertido en una tentación para el sistema educativo de favorecer la preparación para la inserción al mundo laboral propiciando cierto olvido de la referencia personal.


1 Su misión es garantizar el derecho a la educación con criterios de equidad, calidad y efectividad, que forme ciudadanos honestos, competentes, responsables y capaces de construir una sociedad feliz, equitativa, productiva competitiva, solidaria y orgullosa de sí misma.
2 Su misión es promover la oferta educativa en los municipíos certificados para garantizar el acceso y la permanencia de los niños, niñas y jóvenes en el sistema educativo, en sus distintas formas, niveles y modalidades; la calidad y pertinencia de la educación, con el propósito de formar individuos capaces de vivir productiva, creativa y responsablemente en comunidad. Para efectos de este documento se tomará como referente la Secretaría de Educación de Bogotá D.C., en adelante SED.

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